top of page
Liria, dedicado a Vicky.

Eramos felices y no lo sabíamos


”Éramos felices y no lo sabíamos.”- dijo mi alumna del taller de Mindfulness.

Un silencio profundo se produjo después y cada uno nos quedamos en nuestras propias cavilaciones. Reconociéndonos en esa frase que tan sabiamente sintetizaba el comportamiento habitual del ser humano.

¿Cuándo fuiste feliz este año y no te diste cuenta? ¿Cuándo sufriste, estuviste a disgusto, te sentiste cansado y no escuchaste las señales que desesperadamente tu cuerpo te enviaba?

¿Cuándo reaccionaste impulsivamente porque no supiste registrar que mucho antes de ese momento violento ya había pensamientos que envenenaban tu mente y tu corazón?

¿Cuántas veces seguiste apurado sin reconocer esa mirada tierna de un otro hacia vos o esa invitación tímida que no pudiste ver porque corrías vaya a saber hacia dónde?

Existe un cuento zen que clara y brevemente ejemplifica esta forma inconsciente en la que vivimos:

El cuento explica cómo un anciano, sentado tranquilamente delante de su casa, ve pasar una y otra vez a un hombre a caballo, yendo de un lado a otro sin parar. Al final no puede evitar preguntarle “¿A dónde vas tan de prisa?” Y el jinete responde: “No lo sé… ¡Pregúnteselo a mi caballo!”.

El hombre no tiene gobierno de sí mismo. Es el juguete de sus emociones, de sus impulsos. Desconoce su mente, así como este jinete desconoce lo que quiere su caballo y, aun así, se deja llevar por él.

Esta forma de vivir con el piloto automático encendido, impide también la posibilidad de disfrutar, pues nos focalizamos en el futuro, en eso que debo hacer después, en planes, en interminables listados de tareas y dejamos pasar el momento del presente inadvertido. Y entonces aparecen esas frases como: “¡qué rápido pasó este año!”, “¡otra vez año nuevo!”, “¡qué grande que está fulano, cómo creció de rápido!”…Y así parece que la vida pasa sin que nos demos cuenta que se está yendo.

No es para ponerse triste. Es para despertar, para darnos cuenta que aún somos el jinete y ahí están las riendas para que las tomemos firmemente y seamos nosotros los que marcamos el rumbo esta vez.


226 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page